Anoche cambiamos el escenario y la temática del curso. Aprovechando que ya sabemos más sobre nuestras cámaras, nos lanzamos a fotografiar por la noche.



Aprovechando la imagen que nos ofrece el atardercer sobre Triana, con la controvertida silueta de la Torre Pelli destacando en el "skyline", comenzamos el Taller aprendiendo cómo hacer fotografías desde un puente... ¡sin que se nos caiga la cámara al río!

El sufrimiento de Manuel con los mosquitos, con predilección por los cuellos de señores con barba y gafas, se vio recompensado con un barrido con éxito al poco de empezar, y nada menos que de ¡una vespa roja!

Tras muchos intentos (mira que yo lo advertí y es una técnica difícil), poco a poco fueron cayendo coches, motos y ciclistas en los barridos, incluso alguna pirueta ciclista, ejecutada justo frente a la fila de personas con cámaras, quedó inmortalizada por Alberto.




Como anécdota también, la señora que cruzó la Avenida de la Constitución y nos dejó intrigados por si quería preguntarnos qué hacíamos o cómo llegar a algún sitio y resultó ser... ¡la madre de Carmen!

Un diez para ese ojo materno que se fija en su hija aunque esté en un grupo de gente haciendo fotografías de ciclistas.  

Al terminar el taller, una visita a los 100 Montaditos, con charla post-taller y visita de Iván, novio de Carmen, cervecita y charla sobre qué objetivo pedirle a los reyes, fotógrafos que despiertan nuestra admiración y otros temas "off-topic".


Y con esto, a prepararnos que esta noche, repetimos Taller.

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